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Una maestra de establecimiento de cuidado infantil presenta su perspectiva unos meses después de que Luke, niño de 3 años con retraso del desarrollo, se incorporó a su clase.
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Jackie:
Durante los últimos meses, Luke ha hecho grandes progresos en el salón de clases en lo que se refiere a sus metas de comunicación e interacción con los compañeros. Creo que es mucho más inteligente de lo que la mayoría de la gente supone. Simplemente tenemos que encontrar más estrategias específicas para ayudarlo a hablar y expresarse. Y ahí es donde necesitamos más ayuda.
Por lo general trabajo individualmente con él, mientras la otra maestra se encarga del resto de la clase. Durante la hora del círculo mi colega dirige el grupo y yo intento mantener a Luke trabajando. Le susurro comentarios, ese tipo de cosas. Sin la atención individual, a Luke le cuesta jugar o participar como los otros niños. Vuelve a hacer girar tazones o a concentrarse en su auto favorito, y no le interesa la actividad de grupo.
He visto que Kathy, la terapeuta del habla, implementa secuencias de juego, de manera que he estado intentando hacerlo también. Creo que está comenzando a dar resultados. Realmente desearía que pudiera estar más tiempo en el salón de clases para enseñarnos a utilizar su dispositivo de voz. De esta manera podríamos utilizarlo en más actividades. Actualmente solamente lo utilizamos a la hora de las comidas. El pide la comida y nos dice cuando ha terminado.
Lo otro a lo cual me estoy acostumbrando es entender la manera en que las agencias externas financian y apoyan a Luke. Estoy aprendiendo que hay una serie de requisitos respecto a su IEP y que tengo que comunicarme y colaborar con el personal de esas agencias también.
Pero ver la sonrisa en la cara de Luke cuando llega a clases todos los días, eso realmente facilita las cosas y lleva a que hacer nuestro trabajo sea entretenido. El otro día, llegué tarde a clase en la mañana y Luke se dio cuenta. Dejó de hacer una de sus actividades favoritas para venir hasta mí y saludarme. Me dio un beso en la nariz y dijo “Holaaaa”. Significó mucho para mí que supiera que yo había llegado.