Audio 3.3: Barbara Hanft

Barbara:
Hay tres consideraciones que quisiera presentar sobre la comunicación. La primera es que comunicarse y hablar no son lo mismo. Comunicarse es establecer una relación con los demás para alcanzar un propósito común. Las perspectivas de todos se respetan y también hay intercambio de recursos y responsabilidades. Es una colaboración en términos de comunicación. Por otra parte, a hablar por lo general le falta esta interacción de colaboración porque los hablantes se concentran demasiado estrechamente en informar, explicar, instruir y dirigir. Es un monólogo. La segunda consideración es que la comunicación florece a partir de un dar y recibir de escuchar y responder. Se escucha con los oídos y con los ojos. Piense en la comunicación verbal y el lenguaje corporal. Piense en lo que oye y lo que ve. Cuando se oye con los oídos y con los ojos, se desarrolla un sentido de empatía por lo que el interlocutor está diciendo y lo que quiere decir. Con la palabra empatía quiero decir entender el sistema de referencia del colega, la madre o el padre, y el significado de lo que está diciendo sobre cuidar a su niño o ayudarlo a que le vaya bien en clase, se haga amigo y aprenda a usar el lenguaje. La tercera consideración tiene que ver con otro aspecto de escuchar concentrándose en los ojos y los oídos. Cuando se hace así, se desarrolla empatía y hay comunicación eficaz. Ha habido investigaciones neurológicas recientes en que se ha confirmado que tenemos neuronas especulares que permiten entender los actos de los demás y también sus intenciones y emociones, de manera que cuando escuchamos con los oídos y los ojos, desarrollamos una empatía y entendemos lo que es importante para otras personas y lo motiva sus acciones e interacciones. Nos lleva a ponernos en su lugar. Cuando podemos hacer eso, nuestro apoyo y nuestros servicios pueden ser significativos para un colega o un familiar en particular a fin de ayudar a ese niño en particular.