Audio 4.5: Rosalia Fajardo

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Rosalía, madre de una niña con discapacidades, habla sobre su trabajo de propugnación y sobre cómo ayudar a las familias a defender a sus niños, especialmente en el caso de las familias de inmigrantes.  (tiempo de funcionamiento: 3 min., 01 sec.).

 

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Rosalía:

Mi primera reacción, todavía lo recuerdo, fue “no puede ser” porque soy abogada y el padre es ingeniero mecánico. ¿Cómo puede ser que mi hija sea retrasada mental? No es posible, somos de clase media y no puede ser. Luego comencé a darme cuenta de que tenía que saber de qué se trataba: conocer este nuevo mundo y descubrir cómo ayudar a mi niña en la vida. Por eso es que me convertí en defensora. Pero fue muy difícil al principio. Tenemos que controlar la educación de nuestros niños y participar activamente en el proceso. Una vez que saben eso, los familiares son los mejores defensores del niño y se vuelven muy activos en cuanto a entender los derechos y procedimientos e informarse al respecto y participar activamente en el proceso educativo.
Tenemos muchos problemas como latinos y, para realmente confiar en alguien, tenemos que asegurarnos de todas las maneras posibles que realmente están tomando a nuestros niños en consideración, que realmente nos respetan a nosotros y a nuestras diferencias. Es necesario que las maestras entiendan nuestra perspectiva. Esencialmente, lo que ocurre es que no vivimos normalmente como otros miembros de la comunidad —padres blancos o angloamericanos— porque nos enfrentamos a muchos problemas al mismo tiempo y eso es lo que los maestros deben tener en cuenta. Conocí a una maestra quien, después de las frecuentes charlas que doy, vino a pedirme disculpas. Decía, literalmente llorando, “yo pensé que a la madre no le importaba su hija y nunca intenté acercarme a ella porque me dije que ella simplemente no quería aprender inglés y no quería incorporarse al sistema”. Resulta que la mujer realmente tenía dificultades con los papeles de inmigración y casi la habían echado del apartamento porque no tenía dinero y más encima tenía una hija con discapacidades graves. Es necesario que se sepa que no constituimos una comunidad normal. Nos enfrentamos a muchos problemas además de la discapacidad, que es uno más encima de todos los otros problemas que tenemos.