Rosemary, madre de Tamiya, niña de dos años que va a cumplir tres y que tiene retrasos del desarrollo nos habla de la inminente transición de su hija a un establecimiento de cuidado infantil.
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Rosemary:
Mi niñita va a ir al preescolar. Supongo que todos los padres sienten una combinación de emociones en este momento, pero siendo yo la madre de una niña con discapacidades, estas preocupaciones son mayores para mí. Quiero que Tamiya crezca y se desarrolle, que juegue y que se haga amiga pero, lo más importante es que quiero que se sienta segura y contenta. Sí, estoy nerviosa porque tengo que dejarla, pero mi esposo y yo estamos de acuerdo en que esto es lo mejor no sólo para Tamiya si no para toda la familia.
Sé que las maestras y el personal del centro de cuidado infantil también están preocupados y lo entiendo. Créame que mi familia no sabía lo que le esperaba cuando Tamiya nació. Tener un niño con una discapacidad no es algo en que uno se inscriba o planee por adelantado. Simplemente ocurre y las expectativas de lo que significa ser padre o madre quedan patas arriba, pero de alguna manera uno se adapta. Uno hace lo necesario, uno aprende rápidamente y yo tengo plena confianza de que, con el apoyo y la orientación apropiados, los maestros pueden hacerlo también.
A Tamiya le han estado prestando servicios de intervención temprana en casa. La coordinadora de servicios nos puso en contacto con una terapeuta del habla y una magnífica fisioterapeuta, que ha estado trabajando con ella desde que nació. Tamiya es una niña muy tímida y callada y le cuesta sentirse bien con la gente en situaciones desconocidas. Así es que me preocupa cómo le va a ir en la escuela y quién le va a hacer terapia. Realmente espero que el personal del establecimiento vea a la Tamiya que yo conozco en casa. Habla todo el tiempo y le encanta cantar y bailar, pero yo sé que va a tardar un tiempo en acostumbrarse a personas y lugares desconocidos para ella.
Realmente quiero asegurarme de que el personal se siente bien y con confianza respecto a cuidar a Tamiya. Quiero ser franca y honesta con la información que el personal necesita y voy a tratar de decirles cómo es realmente la vida para nosotras. Dejar a Tamiya va a ser tan difícil para mí. Espero que el personal pueda ayudarnos, porque es una gran transición para todos nosotros.