El Dr. Christopher Lonigan, profesor de psicología de la Florida State University, habla sobre el uso de inducciones TIADM según las necesidades de desarrollo de los niños. (tiempo de funcionamiento: 4 min. 37 sec.)
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Dr. Christopher Lonigan:<
La característica principal y exclusiva de la lectura dialógica no es la lectura sino la conversación. Hay muchas maneras de pensar al respecto. Una de las que me gusta es que hay diferentes niveles de lectura dialógica. Toda persona que le haya leído un libro a un niño pequeño sabe que al niño le gusta leer el mismo libro una y otra vez. Los niños tienen libros favoritos que traen reiteradamente para que se lo lean una y otra vez. De esta manera, mientras más se les lee el libro, más se familiarizan con él. La lectura dialógica aprovecha esto en el sentido de que, a medida que se familiarizan con el libro o conversan sobre el libro, los niños desarrollan un vocabulario y una manera de hablar sobre el libro. La primera fase de la lectura dialógica es simplemente hacer preguntas de información: ¿Qué es esto? ¿Cómo se llama? ¿De qué está hecho? ¿Qué está haciendo? Estas preguntas se refieren a los grandes elementos de las imágenes, las grandes acciones representadas en las imágenes. Luego, los adultos siguen las respuestas correctas con otras preguntas. Por ejemplo, si el niño responde que es una bicicleta, se le puede preguntar por las partes de la bicicleta, como los pedales, las ruedas o el manubrio. En la segunda fase, lo que yo llamo nivel 2, uno va más allá del vocabulario. En la primera fase, la maestra o el adulto se asegura de que el niño sepa los nombres de los objetos que hay en las imágenes del libro. En la segunda fase, se usa ese lenguaje para contar el cuento. Las preguntas pasan de simples preguntas de información a preguntas abiertas tales como, por ejemplo, darle vuelta a la página y dejar que el niño escoja algo sobre lo que desea hablar: “¿qué ves aquí?” El adulto o la maestra puede decir, “háblame sobre esta página” o “¿qué está ocurriendo?” De manera que realmente no se especifica que se va a hablar sobre la bicicleta o nada por el estilo. Esto le permite al niño controlar lo que está ocurriendo o controlar lo que se va a decir sobre el cuento. En la fase final de la lectura dialógica, la maestra relaciona lo que ocurre en el libro –lo que hay en el libro o algo sobre el cuento– con la vida diaria del niño. También se puede relacionar el final del libro con el comienzo del libro. Es decir, se trata de construir una narrativa sobre el libro. Hacer preguntas tales como “¿te acuerdas de lo que pasó al principio del cuento y de por qué está haciendo esto?” induce al niño a hablar sobre el cuento, pero alejado de la página del libro en que se está en ese momento. También se puede decir que el libro es sobre ir al zoológico o ver los animales del zoológico; quizás la clase haya hecho un viaje de estudios al zoológico. Quizás la clase haya hecho alguna otra actividad sobre los animales del zoológico. La maestra puede preguntar algo que relacione eso o el viaje de estudios con lo que ocurre en el cuento: ¿Recuerdas cuando fuimos al zoológico y cómo eran los animales? ¿Qué animales viste?
Escogimos este libro, La arañita, porque tenía buenas imágenes para el nivel 1 y el nivel 2. En esta página, en que se ve la imagen de un trapeador y una cubeta, la pregunta de nivel 1 puede ser, “¿qué se ve en esta imagen?” “Una cubeta”. “¿De qué color es?” “Amarilla.” “¿Para qué sirve la cubeta?” “Para llevar agua o lavar cosas”.
En el nivel 2 se puede dar vuelta la página y decir, “¿qué está pasando aquí?” “¿qué se ve aquí?” Y el niño que ya ha pasado por el nivel 1 diría, “veo una cubeta”. Y la maestra diría “Veo una cubeta amarilla” y luego preguntaría “¿qué otra cosa ves?” y el niño podría decir, “un trapeador”. Y la maestra diría “Sí, es un trapeador y una cubeta con agua”.
Luego, pasando al nivel 3, la maestra podría preguntarle al niño algo que continuara la conversación. “El trapeador y la cubeta son para limpiar, ¿alguna vez has limpiado algo? ¿Quién usa el trapeador en tu casa?”
Las preguntas de nivel 3 extienden la conversación más allá de las páginas del libro y llegan a la vida diaria del niño. Se puede preguntar “¿Recuerdas que ayer llovió y que la lluvia entró por la ventana y que el hombre tuvo que venir con el trapeador y la cubeta? ¿Qué hizo con el trapeador y la cubeta?”