A: Investigación

Como parte de la práctica basada en las pruebas, los familiares y los profesionales pueden recurrir a la mejor investigación disponible para responder preguntas y resolver dilemas de práctica. Idealmente, debería haber investigaciones de alta calidad directamente relacionadas con una práctica o grupo específico. Sin embargo, esto no siempre es así. El enfoque de prácticas basadas en pruebas sugiere apoyarse en la mejor investigación disponible y buscar las investigaciones más afines a la práctica, los interesados y el ambiente del dilema. Para dar información sobre las mejores investigaciones disponibles sobre una práctica particular, CONNECT establece y resume una síntesis de investigación cuando es posible.

Amplíe sus conocimientos relacionados con las investigaciones sobre tecnología de asistencia leyendo el Folleto 5.1: Resumen de investigaciones sobre intervenciones con tecnología de asistencia, que resume las conclusiones de una síntesis de investigación llevada a cabo por la Dra. Campbell.

Además, oiga a la Dra. Philippa Campbell hablar sobre algunos de los problemas que se presentan en la investigación sobre tecnología de asistencia y las mejores investigaciones disponibles en el Video 5.3: Dra. Philippa Campbell. Investigaciones sobre tecnología de asistencia.

Video 5.3: Dra. Philippa Campbell. Las investigaciones sobre tecnología de asistencia

La Dra. Philippa Campbell, profesora del Departamento de Terapia Ocupacional de la Thomas Jefferson University y directora de los Programas de Investigación de Estudios sobre el Niño y los familiares, habla sobre algunos de los problemas de la investigación en el campo de la tecnología de asistencia y las mejores investigaciones disponibles.

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Dra. Campbell:

Bueno, me parece que, en el caso de la intervención temprana en particular, tenemos pocas investigaciones que satisfarían estándares rigurosos. Por otra parte, tenemos grandes cantidades de investigaciones de menor envergadura, con muestras más convenientes y menos aleatorias, con o sin grupo de control, etc., respecto a las cuales, sin poder decir que sean definitivas, podemos decir que las prácticas estudiadas por lo menos se muestran prometedoras. Quiero decir que por lo menos son algo que alguien podría poner a prueba con alguien.

También me parece, sin que sea una excusa o razón para no tener investigaciones basadas en pruebas, que las personas con discapacidades y los niños con discapacidades son muy, muy diferentes entre sí y que, cuando hablamos de intervención temprana, hablamos de niños en el contexto de una familia. De manera que no es sólo que los niños sean diferentes entre sí sino que las familias también lo son.

Así es como, por ejemplo, dos niños con diplejía espástica o síndrome de Down –alguna discapacidad conocida– de dos familias diferentes probablemente tengan resultados diferentes. Lo mismo ocurriría con dos niños de diferentes vecindarios, niveles socioeconómicos, ambientes lingüísticos, etc. Aunque me parece que hemos utilizado esto, quizás no como excusa, y quizás no apropiadamente como excusa, es realmente difícil reunir el tipo de muestra que realmente satisfaga estándares rigurosos, a menos que se trate de niños con discapacidades frecuentes; cuando se trata de niños que no pueden leer, se encuentran muchos niños que no pueden leer.

Si trata de niños con retraso del lenguaje o retraso del habla, se pueden encontrar muchos. Pero cuando se trata de un niño sordo y ciego o algo así, o de un niño con una discapacidad complicada, realmente hay que recurrir a investigaciones de un solo caso o a investigaciones que muestran prácticas que vale la pena poner a prueba pero que no son necesariamente definitivas.