Administración de comportamientos problemáticos

Los maestros pueden aplicar técnicas tales como la presentación de alternativas (ofrecer comportamientos alternos), ignorar, redirigir y resolver problemas para controlar el comportamiento problemático. Cuando un maestro ignora el comportamiento difícil o no le presta atención, es probable que algunos niños lo abandonen porque no logran captar la atención del maestro. Redirigir involucra llevar a los niños a concentrarse en otra tarea o actividad. La resolución de problemas implica llevar a los niños a pensar en otras maneras de enfrentarse a una situación y seleccionar mejores estrategias para la próxima vez que esto ocurra. Ocasionalmente puede ser necesario que los maestros impongan consecuencias cuando los niños no respetan las expectativas del salón de clases. Las consecuencias tienen máxima eficacia cuando se relacionan con el comportamiento, no son excesivamente graves y se aplican inmediata y uniformemente (“Si sacas los camiones del área de bloques, vamos a tener que guardarlos y dejarlos en la caja de juguetes durante un tiempo”). Los maestros también pueden ayudar a los niños a entender los efectos que su comportamiento tiene en los demás (“¿Qué pasó cuando le quitaste el juguete a Tonya?”).